Mientras que Madrid, así como otras ciudades de España, se mantiene bajo la nieve por el paso de la tormenta Filomena, muchos ciudadanos han salido a disfrutar de este clima frío, pero a la vez otros se han visto afectados. No es posible movilizarse con facilidad, por lo cual muchos se han sumado a ayudar a sus vecinos.
Esta tormenta de nieve ha sido la oportunidad perfecta para que los amantes del esquí y los deportistas sobre hielo dieran muestras de sus habilidades, así como lo hacen este par de médicos, que han hecho uso de su talento para ayudar a muchos atrapados por la nevada.

Ellos son Miguel Ruiz y Sergio Serrano, quienes desempacaron sus implementos para esquiar y salieron a las calles blancas no solo para disfrutar de esta histórica tormenta, sino para echarle una mano a cualquiera que encontraran.

“Esquío mucho, pertenezco a un club de competición en Sierra Nevada. Tengo mi coche preparado con neumáticos. Hice algunos servicios de ayuda, llevábamos ahí la cuerda y traccionábamos de ellos. Para que se nos haga más ameno lo hacíamos esquiando y cuando encontrábamos un coche parado les ayudábamos a salir“, contó Ruiz, quien es odontólogo, en conversación con Antena 3.

Para él no es problema andar en este tipo de terreno por su experiencia y práctica, sin embargo, para aquellos que está acostumbrados a lidiar con la nieve, les sugirió tener prudencia. “Insisto en no animar a la gente a que lo haga porque es algo peligroso“, alertó Ruiz.

Mientras, Serrano ha debido usar sus esquís para trasladarse hasta el Hospital Ramon y Cajal, donde trabaja. Por los estragos de Filomena, el transporte prácticamente se ha visto paralizado en la capital española, por lo cual, solo los equipos y vehículos especiales han logrado trasladarse.

“Me gusta la montaña. Tenía esquís de travesía en casa y sabía que para mí era una opción segura de llegar y había mucha necesidad en el hospital“, dijo el especialista del área de enfermedades infecciosas.

Debido a la pandemia de COVID-19, los conocimientos y experticia de Serrano son aún más necesarios en el hospital, por lo cual no duda en recorrer 12 kilómetros en sus esquís para llegar a su puesto de trabajo. “Recorrer la ciudad nevada es más sencillo que un monte nevado“, comentó Serrano.